¿Leche materna o leche de fórmula?

Los bebés nacen preparados para tomar el pecho y la leche materna es perfecta no solo para la nutrición del bebé, sino también para protegerlos de enfermedades, desarrollar su sistema inmunológico y estimular su desarrollo cerebral.

Es importante saber cómo puede interferir el uso de la leche de fórmula para bebés con la lactancia.

Recomendaciones

Existen muchos factores que contribuyen a que una mujer tome la decisión de dar el pecho. Amamantar al bebé en lugar de darle leche de fórmula ofrece numerosos beneficios tanto para ti como para tu bebé. Y, por supuesto, si le das el pecho, ahorrarás muchísimo dinero.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones recomiendan alimentar al bebé únicamente con leche materna durante los seis primeros meses, si es posible, salvo que por cuestiones médicas sea necesario complementarlo. Tu cuerpo está diseñado para alimentar a tu bebé. Ha crecido dentro de ti a lo largo de nueve meses y ahora puedes nutrirlo con tu propia leche, el único alimento completo y natural para los bebés. Ninguna fórmula puede suplir las propiedades únicas de la leche materna.

La lactancia durante las dos primeras semanas

Los primeros días después de dar a luz, a algunas madres les preocupa que sus bebés no reciban la suficiente leche materna. Tus amigos y familiares, con buena voluntad, pueden sugerir que le des leche de fórmula hasta que «suba» la leche. Pero, de hecho, el estómago del recién nacido es tan minúsculo (del tamaño de una canica, más o menos) que solamente puede contener una cucharadita de líquido. Esa es la cantidad aproximada de calostro (la primera leche) que saldrá en cada toma, y exactamente lo que necesitan los bebés en sus primeros días.

Unos días después del parto, el calostro dará paso a la leche de transición (lo que se denomina «subida de la leche») y, después, a la leche madura, a lo largo de entre siete y diez días. Alimentar al bebé con un biberón o con leche de fórmula puede interferir en tu producción de leche y en la lactancia en general.

Si tienes preguntas sobre la leche que produces, no dudes en ponerte en contacto con un profesional sanitario o una consultora de lactancia.

 

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